«Huevos Imperiales»
Los huevos imperiales son obras de arte reconocidas por sus laboriosos ornamentos en metales y piedras preciosas cuya extravagancia le recuerda al mundo cuán poderosos fueron los zares y que actualmente tienen un valor incalculable.
Todo comenzó como un regalo del Emperador Alejandro III a su esposa la Zarina, María Fiodorovna durante la Pascua que celebra anualmente la iglesia ortodoxa, pero su belleza y particularidad hizo que la familia imperial los convirtiera en una tradición. Hoy seguimos realizando este arte que es muy apreciado en varios países del mundo.
Se utilizan las cáscaras de huevos no fértiles de ñandú, avestruz, gallina, pato, ganso y otros, también se pueden ver algunos de porcelana. Son artísticamente pintados y decorados con piedras naturales y de fantasía.
Cada huevo es una pieza única y se le da una gran importancia a la elección de los materiales y a la ejecución de la obra en sus detalles más pequeños que hacen que estos huevos se destaquen siendo admirados por los espectadores invitados.
Exponen Alicia Ducret y Graciela Lopez Ducret